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El 6 de agosto de 1945, una bomba atómica estallaba en la ciudad japonesa de Hiroshima, y mataba en el acto a 120.000 personas. 250.000 murieron más tarde por efecto de la radiación.

El 25 de septiembre de 2010, el acelerador de partículas del ECND, situado en el subsuelo de la ciudad suiza de Ginebra, sufrió un accidente y mató a 6.840 millones de personas.

Sólo un puñado de seres humanos sobrevivieron al apocalipsis.

Dicen que el amor es una trampa de la naturaleza, concebida para perpetuar la especie. Puede que sea así. Pero para mí, el amor es lo que me ayuda a conjugar latidos. A conjugar bocanadas de aliento. El amor es más poderoso que cualquier cosa. Porque no hay bomba atómica ni acelerador de partículas que pueda destruirlo. Ni cuatro disparos en el pecho. Ni una mentira piadosa…

Cuando el mar se tragó el mundo, pensamos que habíamos perdido nuestro hogar para siempre. Pero no era cierto. El hogar no son cuatro paredes y un techo, ni una hipoteca a 30 años. Es mucho más. Es la gente a la que quieres.

Puede ser que ciertas personas te critiquen o hablen mal de ti. Es normal. No puedes gustarle a todo el mundo tal cual eres. 

Conocerás a personas, en las que creerás y confiarás, pero quizás no sean siempre como tu esperas. 

Habrá otras, con las que compartas aficiones, o gustos, pero en las que no podrás confiar.

Puede ser que, en algún momento de tu vida, llegue alguien, (a quien le des mucha importancia) que te hará sentir especial. Que te dirá la verdad, aunque duela, y que te manipule. Y aun así, seguirá haciendo que te sientas especial. 

Las personas, pasarán por tu vida y se marcharán cuando les llegue el momento, pero siempre dejarán su marca en tus recuerdos, y puede que hasta en tu piel.

Sé por experiencia, que cuando menos te lo esperas, alguien te sorprende, te mira, te sonríe y se acerca a ti. Y cuando lo hace, ves que a distancia, no parecía tan simpático o tan guapo, y que de cerca, puedes oler su perfume o ese olor a tabaco que siempre le acompaña. Pero entonces, se acerca más aún, y además también te das cuenta, de que esos labios son muchísimo más suaves de lo que esperabas, y que esa sonrisa, en medio de un beso, es mucho más sexy de lo que parecía de lejos.

Pues bien, estas últimas, harán de tus sentimientos y emociones, huracanes y tsunamis, y estás son las que verdaderamente importan. Y te darás cuenta, de que sin ellas, no habrías sido capaz de llegar hasta donde estás, ni podrías dar un paso más, porque son tu alma gemela. Son ese trozo que te falta para poder ser feliz. Y te das cuenta, y lo sabes, lo sientes, así que no la cages precisamente, con esa persona.

¿Felicidad?

Él es la mía.

Jose Carlos Guirado Quesada, la razón de mi vida.

A su lado soy la persona más feliz del mundo.

Gracias por estar ahí para lo bueno y lo malo.

Gracias por los besos, las caricias, y por todos los momentos que hemos pasado juntos en estos tres meses. Los mejores tres meses de mi vida, que a tu lado han pasado rápido.

Contigo me he dado cuenta de que todo llega, y que cuando llega, es increíble.

Porque tu me has enseñado a amar, y a valorar lo que tienes.

Porque ya no me imagino un mundo en el que no estés tú, y sin ti mis días no tendrían sentido.

Eres un regalo, un regalo de los que no se pueden comprar, y por eso no te pienso dejar escapar, porque no hay nadie como tú, y tú eres lo que yo siempre había querido.

Eres perfecto principito mío

Necesito decirte una cosa.

Voy a hacerte feliz a toda costa, voy a quererte más que a mi misma incluso, te voy a escribir porque te echo de menos, voy a sonreír en todo momento cuando esté contigo, voy a enfadarme por algunas conversaciones con extrañas, pero más que todo: voy a cuidarte como nunca lo han hecho.